jueves, agosto 05, 2010

Fragmento I (Novela)

La música electrónica retumbaba con fiereza en sus oídos, y lo hacía desorientarse de vez en cuando, cada vez más pero esto, parecía no importarle, por el contrario se sentía más que bien, feliz, contento y extasiado. Daban las 3:30 am y a estas alturas de la madrugada, tenía la cara sumida en un profundo hormigueo, los ojos disparados y no coordinaba bien los movimientos, sabía que estaba bien borracho. Las copas de whisky, champaña y pisco habían anulado por completo su razón, su cordura y sobretodo su discreción, ahora se sentía flotando sobre las nubes, ávido de ser notado por todos los concurrentes al espectáculo de aquella noche.
Santiago Méndez, estaba borracho y sentía que “El Medieval” era parte de su ser, o más bien al revés, que él era parte de ese ser cabaretero macizo de cemento y fórmico llamado “El Medieval”.

                                                                         ***
Cuando despertó todavía estaba borracho y con una fuerte resaca que le remecía la cabeza y el cuerpo entero, se encontraba recostado en su cama, con la ropa del día anterior aún puesta, y a su lado estaba Mery-Ann, su esposa, que parecía estar sumida en un profundo sueño a pesar de que ya era de día y el sol le tostaba los pies al colarse por entre las ventanas de la habitación. Se levantó suavemente intentando no despertarla, pues lo más probable era que se hubiera quedado en vela toda la noche esperando a que él llegara o que al menos le contestase el celular que apagó en cuanto hubo llegado a “El Medieval” para evitar ser interrumpido.
Mery-Ann tenía puesto un babydoll muy discreto, en color rosa de tela liza, que le marcaban sutilmente las curvas de mujer joven y guapa...

Fragmento inédito extraído de la Novela "Érase una vez un hombre"
Diego A.

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